domingo, 27 de mayo de 2007

Escena de rutina

Y te miré con ojos de lluvia
Pero abrazando el sentimiento caprichoso
que se escapa en la mirada
Apretando con mis dientes el grito que se escupe
Amarrando a mi niña que quería irse contigo

Y luego me di media vuelta
Entre piedras, tierra y muerte
Y me he sentado en la calle para pensarte
Y han llovido mis agitados ojos preñados

He echado gritos internos
Ahogados y prolongados
Quiero sacarlos, quiero botarlos

Han secado mis manos pobres
Mis húmedas mejillas rosadas
Se han abierto mis dos soles por completo
Y han seguido mis pies tus huellas

Voy ya por el camino de todos los días
Por el sendero acostumbrado
Y a la hora implícitamente pactada
Ya llego más tranquila a tocarte la puerta

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí pues, en ese trasmutado intentar de versar un alma prosada ya, se distingue lo hermoso de lo efímero y lo hermoso de la rutinas que no son rutinas...
Hace poco puse en mi nick "Ladran Sancho, señal que avanzamos" y es que es así no...aprender a querer la vida y aprender a vivirla tal como es o como se nos presenta es hermoso, es una hermosura q se siente en la piel: no se puede ser insensible a ella, por definición, simplemente.
y es bonito ver como vuelcas todo aqui no...que son poemas porque tienen alma de poema y eso es lo importante y lo distintivo! Que bonito de verdad regalarnos un poco de tu alma (o un poco de tu aire como diría Sanz)y hacernos partícipes de esta, tu eterna aventura, tu cuarto de hora: tu pasaje sin fecha de expiración al mejor de los lugares...