domingo, 27 de mayo de 2007

De abismos, hamacas y sombras (o Pasteleada Romanticona)

Él escribió algo así: "Quiero alguien que tenga un abismo con hamacas, y que del fondo salga aire tibio de eucalipto. Arriba tiene que tener el cielo de otro mundo, un sol de reserva y algunos árboles en el precipicio que me inviten a tomarlos (Y mejor si son de frutas redondas de colores vivos, porque ésos sí que no puedo evitarlos), y algunos sonidos de fondo que no me dejen perderme.
Cuando caiga la noche y tenga ganas de esconderme, que me enseñe sobre las sombras, que en mi abismo son fuertes, y del precipicio a ellas uno debe entender mucho. Es demasiado fuerte...
Que me saque a pasear, robándome la atención, sin que me dé cuenta, y siempre hablándome... Muy suelta, sin nada más en su mente que lo que siente cuando su abismo y mi abismo se mezclan en su vientre.
Puede tener cara de vainilla y sabor a domingo; Puede tener piernas y brazos y ojos amarillos... Puede ser alguien muy simple, así de simple... Puede ser, no sé, en verdad... Puede ser cualquiera. Depende del día, depende de la era."

Yo respondí: "Yo tengo un abismo con hamacas, y aunque no despida un aire tibio de eucalipto, sí emana de él un olorcito único a caramelo recién hecho. Mi cielo es de este mundo, pero es bastante bonito... tanto que parece de otro mundo. Tampoco mi sol es de reserva, pero sí SE reserva muchas veces con el paso de las nubes (Es cierto que es bastante caballeroso, y a veces las deja pasar concientemente por simple cortesía), pero otras veces las desdeña.
Mis árboles son crecientes, y sus frutas, amorfos y diminutos entes nacientes... SIN AYUDA DE NADIE. Los sonidos que emite mi abismo son notas del solo de "Aeroplane" algunas veces, para animarte a tocar algún nuevo-viejo instrumento; Otras veces, simples voces de los 60's y 70's; Y algunas otras, tímidos soniditos de ignorancia y temor. No sé si con ellos llegues a pederte, porque quizá más bien me pierda yo... ¡Mas sería genial!
Y cuando caiga la noche podemos escondernos juntos porque le temo a la oscuridad. Y aunque no sé mucho de sombras, a veces puedo parecerme a una.(Pero como en aquel cuadro de la exposición de arte, puedo ser oscura y salvarte de la luz... O a lo mejor tú puedes salvarme a mí de ella).
Te enseñaré las sombras de mi abismo para que no temas más de las que habitan en el tuyo; Quizás hasta podamos hacer amistad con ellas y bailar. Puedo sacarte con gusto a pasear, y "robarte" la atencion, pero 'pidiéndote permiso' antes, ¿Por qué no?. ¡Es más!, podemos hacer un trueque: Intercambiarnos atenciones por tiempo indefinido.
Lo que está en mi mente es lo que siento. La de arriba, tan dócil, se deja dominar por el que late (Como ahora, ejemplo perfecto)... Y es que ¡así somos los seres pasionales!, en principio. Podemos mezclar nuestros abismos en mi vientre... Y también en el tuyo. Podemos vivir en nuestros abismos siempre... O PODEMOS VIVIR EN MI VIENTRE Y EN EL TUYO. Y así puedes tener tu cara de caramelo recién hecho, ¡del caramelo de mi abismo! Y yo el rostro de vainilla y el sabor de todos los días (con la tranquilidad que se le atribuye a los domingos).
Tengo piernas y brazos, además ojos que, a pesar de no ser amarillos, son marrones y sencillos. Puedo ser así de simple... Sí, soy 'así' de simple; Tan simple como todo lo que acabo de escribir. No lo sé. Tan simple si así quieres verme, tan compleja si así lo prefieres... Depende de tu animo, tus gustos, tu percepción y tus ganas."

1 comentario:

Humberto dijo...

No sé hablar de dioses
Sólo sé pronunciar
ciertas frases
en una lengua
que yo mismo desconozco...